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Contratos de Compromiso de Compra de Bienes Inmuebles: Cláusulas Resolutorias y Reversión de la Propiedad


Los contratos de compromiso de compra de bienes inmuebles son una forma común de asegurar la futura transferencia de la propiedad, permitiendo al comprador y al vendedor establecer un acuerdo preliminar hasta que se cumplan todas las condiciones. Sin embargo, estos contratos también prevén su resolución, generalmente en casos de incumplimiento por parte del comprador, como el impago.


En este contexto, la aplicación de cláusulas resolutorias y el proceso de reversión de la propiedad al vendedor requiere un manejo cuidadoso, incluyendo el cálculo de deudas y créditos entre las partes, las mejoras realizadas, los daños al inmueble y la ocupación prolongada por parte del comprador.


1. Cláusula Resolutoria y Reversión de la Propiedad


La cláusula resolutoria es una disposición contractual que permite la terminación del contrato, devolviendo la propiedad al vendedor en caso de incumplimiento de las obligaciones, particularmente el pago.


Esta cláusula otorga al vendedor el derecho a exigir la restitución del bien y cancelar la promesa de venta, respetando los procesos legales y, en algunos casos, estableciendo una compensación por el tiempo que el comprador permaneció en la propiedad sin cumplir con las condiciones contractuales.


Para garantizar una reversión justa de la propiedad, es fundamental considerar el cálculo de deudas y créditos, teniendo en cuenta los montos pagados hasta la fecha de resolución, los beneficios derivados de la ocupación del inmueble y cualquier posible daño al bien.


2. Cálculo de Deudas y Créditos


En caso de terminación del contrato, el cálculo de deudas y créditos entre comprador y vendedor es esencial para evitar el enriquecimiento injusto y garantizar una compensación equitativa.


Este cálculo debe considerar los montos pagados por el comprador, la ocupación de la propiedad y cualquier daño o mejora realizada. Por ejemplo, si el comprador ha ocupado el inmueble durante un período prolongado, puede ser justo compensar al vendedor por esta ocupación, deduciendo dicho monto del reembolso.


Este cálculo también debe incluir el reembolso de cualquier beneficio económico derivado del inmueble, como ingresos o usos económicos, y la compensación por daños materiales. Si el vendedor ha recibido un valor sustancial por el uso prolongado del inmueble, los montos pagados por el comprador pueden ser deducidos con base en un cálculo preciso.


3. Desalojo y Devolución de la Propiedad


El desalojo es un paso necesario para la efectiva reversión de la propiedad al vendedor. Tras la terminación del contrato, el comprador debe desalojar el inmueble, permitiendo al vendedor recuperar la posesión. Si el comprador se resiste, el vendedor puede solicitar asistencia judicial para la recuperación de la posesión, asegurando un retorno pacífico y rápido de la propiedad.


Para evitar conflictos, el desalojo debe cumplir con plazos razonables y ajustarse a las cláusulas contractuales o determinaciones judiciales.


4. Mejoras y Reformas Realizadas por el Comprador


Un aspecto frecuentemente controvertido en la terminación del contrato es la compensación por las mejoras realizadas por el comprador. En muchos casos, el comprador puede haber mejorado el inmueble, aumentando su valor o añadiendo características útiles, además de cumplir con obligaciones mutuas, como reparar cualquier daño causado al inmueble.


La ley distingue entre tres tipos de mejoras: necesarias, útiles y de lujo. El reembolso al comprador dependerá del tipo de mejora y de su buena o mala fe al realizarlas. Para mejoras necesarias o útiles realizadas de buena fe, el comprador tiene derecho a ser indemnizado, siempre que estas mejoras aumenten el valor del inmueble.


Por otro lado, las mejoras de lujo, que tienen un propósito meramente decorativo, generalmente no son reembolsables. Sin embargo, si el comprador actuó de mala fe —es decir, realizó mejoras sabiendo que estaba en incumplimiento o en violación de cláusulas contractuales—, puede perder el derecho a la compensación e incluso ser obligado a retirar las mejoras o reparar los daños causados.


Conclusión


La terminación de un compromiso de compra de bienes inmuebles va más allá de la simple recuperación de la propiedad por parte del vendedor. Requiere un equilibrio que garantice los derechos y deberes de ambas partes, considerando el tiempo de ocupación del inmueble, las mejoras realizadas, los daños al bien, el cálculo de deudas y créditos, y el cumplimiento de las obligaciones contractuales establecidas.


La ley proporciona mecanismos de compensación para ambas partes, buscando un resultado justo y equilibrado. Así, el compromiso de compra se convierte en un contrato multifacético que exige atención a las cláusulas resolutorias, al historial de uso del inmueble y a la conducta de buena fe de las partes, especialmente en casos de incumplimiento.


Proteger a ambas partes según los términos contractuales es crucial para prevenir abusos en las transacciones inmobiliarias y garantizar los derechos y obligaciones en situaciones de terminación.

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